Me atrevo
a publicar, que para mí, y de seguro que para otros, es una preocupación
nacional.
Parte
de nuestro territorio, es concesionada por empresas trasnacionales de
actividades mineras que, con vehemencia económica, han iniciado un
desequilibrar social y ecológico de una vasta superficie territorial de Comunidades
Campesinas. Sin que para ello, se considere la idiosincrasia de la población
Alto Andinas. Siendo peor, nuestros custodios, se presten, de manera secreta, a
proteger a las empresas en cambio de un “plato de lentejas”.
Como
cualquier ciudadano Peruano, pedimos a nuestro Gobierno Actual, sincerar
abiertamente la verdad de lo sucedido, dándonos a conocer una salida justa a los
afectados; teniendo en cuenta que, “Las Aves no son para las Jaulas”. Estos pobladores,
necesitan retomar sus medios de trabajo ancestral y la libre práctica de sus costumbres
y fiestas patronales. Ahora viven encasillados en habitaciones de concreto
fuera de su territorio, viendo desde sus ventanas el rugir de los grandes
camiones desde las polvorientas zonas en donde antes fuera lugar de cultivo y
pastoreo.
Les
dejo el siguiente reportaje, publicado el 19 de Agosto del 2016.
Estanislao
Gutiérrez Aburto.
Fotos Claudia Alagón
A más de tres mil metros de altitud se esconde en
Apurímac la mayor inversión minera en la
historia del Perú: Las Bambas, una
apuesta de 10 mil millones de dólares, propiedad de la estatal
china MMG. Sin embargo, la perla minera está ubicada en una de las zonas más pobres con
una tasa que alcanza al 88% de su población, y que espera beneficiarse de
la nueva fiebre del cobre que vive la región sur andina y que disparará la producción de este mineral consolidando a Perú comosegundo productor mundial hacia el 2017.
En la actualidad, hay instalada una Mesa de Diálogo entre el gobierno, la
minera y la población. Los avances son lentos, y las preocupaciones y
expectativas de la población mantienen latente el conflicto.
Cuando Ebert Buendía se enteró en 2003 de que extraerían cobre a menos
de 1 kilómetro y medio de su comunidad, Pisaccasa, empezó a imaginar el
desarrollo que transformaría a Cotabambas, Apurímac. 13 años después, se
muestra pesimista. La polvareda provocada por los casi 300 camiones que pasan
diariamente por la carretera sin asfaltar situada a unos escasos 20 metros de
su casa les supone a los habitantes un auténtico dolor de cabeza. Además del
ruido y las vibraciones que han rajado las paredes de sus hogares, se quejan de
las muertes de sus ganados y de que sus cultivos no producen como antes.
300 camiones diarios transportan el cobre extraído de Las Bambas. La
intensa polvareda y el ruido generan malestar entre la población.
“Antes nuestro producto daba normal, ahora apenas se cosecha. Han muerto
cuatro ganados y como 60 chivos. Les atropellan, también toman el pasto
con polvo y el agua que dispersa los camiones cisterna que riegan la carretera.
Sus estómagos comienzan a hincharse y mueren”, explica con tristeza Guadalupe
Soto Martínez, de la comunidad de Mara, una localidad que a pesar de no figurar
como área de impacto directo respira la nube de moléculas terrosas.
“Las partículas de polvo se acumulan sobre las hojas e impiden
funciones vitales como la respiración y la fotosíntesis; ralentiza el
crecimiento de la planta y puede afectar a la fecundación y la
madurez del fruto”, explica el ingeniero agrónomo Henrry Vásquez,
de la ONG CooperAcción.
En la tierra del cobre
Los constantes cambios que ha sufrido este proyecto no han pasado
desapercibidos para una población acostumbrada a una vida sin mayores
alteraciones. Las Bambas ha pasado por las manos de la suiza Xtrata, después
Glencore-Xtrata y finalmente, desde el 2014 lo controla el consorcio chino MMG.
En enero de este año, Las Bambas extrajo su primer embarque de cobre que
recorre un largo trayecto de más de 300 kilómetros de carretera
desde el tajo, pasando por Espinar (Cusco), hasta el Puerto de Matarani
(Arequipa) por donde se extrae ya el 7,5% de la producción mundial de cobre
(con las operaciones de Constancia y Antapaccay), convirtiéndose en el
principal exportador de este mineral de Sudamérica. Esta infraestructura
vial, que permite el transporte del cobre, fue una de las cinco modificaciones
que se realizaron en un lapso de 20 meses entre 2013 y 2015, ya que el proyecto
original contemplaba el transporte del mineral por un mineroducto (tubo),
además las plantas de molibdeno, de filtros, y el almacén de concentrados- que
iban a estar ubicadas en Espinar- decidieron instalarlas en Cotabambas.
“El cobre se transporta
desde Cotabambas hasta el Puerto de Matarani que se ha convertido en el principal exportador de
este mineral de Sudamérica”
Estos cambios suscitaron preocupaciones entre la población por su
impacto ambiental, ya que toda la instalación que anteriormente iba a estar
distribuida a lo largo de 200 kilómetros, ahora se concentra en una sola
provincia. La aprobación de tres de los cambios se realizó por el procedimiento
de Informe Técnico Sustentario (ITS)- con una duración de 15 días hábiles- que
descarta la participación de la población al considerar menores las
modificaciones.
Este malestar acumulado estalló el 28 de septiembre de 2015 (un
conflicto por el que el Gobierno de Ollanta Humala decretó el estado de
emergencia durante 30 días): tres personas fallecieron, 21 fueron detenidas al
interior del campamento minero-contraviniendo la legislación internacional- y
declararon haber sido maltratadas en su interior, de acuerdo a la abogada Ruth
Luque, de la ONG Derechos Humanos sin Fronteras. Dos de ellas sufrieron siete
meses de prisión, y enfrentan una investigación por robo y daño agravado,
disturbios y entorpecimiento de los servicios, delitos penados con hasta 30
años de cárcel. Además, una persona fue herida de gravedad-permaneciendo
con incapacidad física hasta la fecha- y más de 100 dirigentes están
denunciados.
Agustina Llusca, junto con una de sus hijas. Su marido, Beto Chahuayllo,
falleció durante el conflicto por el impacto de una bala. La familia espera
justicia y una reparación.
Ese día cambió para siempre la vida de Agustina Llusca: su marido,
Beto Chahuayllo falleció por el impacto de bala de un arma de fuego, de acuerdo
a los expedientes judiciales a los que ha tenido acceso Luque, hubo hasta 1000
efectivos de las fuerzas del orden. La policía en Perú puede prestar servicios
extraordinarios a las empresas mineras. MMG suscribió un convenio con la
policía, según informa Luque, quien obtuvo esta información tras un proceso
judicial de dos años, pues no es pública. “Detrás de estos convenios hay una
relación económica patrimonial, la policía se está mercerizando. El convenio
estipula que el efectivo policial recibe S/100 diarios, los jefes de mando
superiores S/150 diarios, y la región policial, en este caso Cusco,
recibiría unos 20 mil soles al mes”, declara.
La empresa MMG señaló vía correo electrónico que cuentan con un convenio
en vigor con la policía “para contribuir a asegurar la presencia del Estado en
la zona, a fin de facilitar el cumplimiento de su labor constitucional de velar
por el orden interno del distrito y la Provincia de Cotabambas”.
Agustina vive en una pequeña casita de adobe en la comunidad de
Arcospampa junto a sus cinco hijos menores de edad. “Nadie se hace responsable
por la muerte de mi esposo. Creo que el Estado es el responsable. Mi esposo nos
mantenía. Aquí no hay trabajo, solo vendemos el chuño [papa deshidratada] que
hacemos, y nos pagan unos S/25 o 30 por arroba. Estoy preocupada, hace
poco caí enferma”, relata.
“La policía en Perú puede
prestar servicios extraordinarios a las empresas mineras. MMG suscribió
un convenio con la policía”
En la Mesa de Diálogo que se instaló cinco meses después del
conflicto, el Ejecutivo ofreció a los familiares de los fallecidos
incorporarlos a los programas Juntos y Pensión 65- siempre que cumplan con los
requisitos establecidos por la ley- y la entrega de un kit escolar (que consta
de unos cuadernos y lapiceros). Se acordó también la creación de un fondo que
asignaría S/850 mensuales por familia durante dos años, el primero pagado por
la empresa y el segundo por el gobierno regional y local. “No vemos que el
Gobierno central asuma su responsabilidad cuando son sus representantes a
través de la PNP los que han victimado a estos ciudadanos. Deberían asumirlo
como una indemnización no como un favor o ayuda humanitaria, sino como una
reparación por violación a los derechos humanos”, explica Mar Pérez, abogada de
la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
El jefe de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la
PCM, Henry José Ávila, remarcó el carácter humanitario de las ayudas y
sostiene que han llevado los casos de las víctimas ante el Consejo
Nacional de Reparaciones para que puedan recibir una pensión. “El Ministerio de
Justicia lo está evaluando, pero pronto me imagino darán una respuesta”.
Diálogo inconcluso
El presidente Pedro Pablo Kuczynski, heredó 212 conflictos sociales, en
su mayoría ambientales y concentrados en el sur andino. Las Bambas es uno de
ellos, a pesar de que su población no está en contra del proyecto ¿Qué falló
para que acabara de manera fatal? Si las empresas tuvieran mejores sistemas de
gestión de quejas, capacidad de comunicación y controversias, los actores
locales tendrían canales y mecanismos para compartir sus preocupaciones y no
llegar a lo que deviene en muchas situaciones”, explica Luis Oré, abogado
especialista en resolución de conflictos. “Muchas de las interacciones
tienen un enfoque muy legalista acerca de quién tiene la razón o no, en
lugar de tener conversaciones más profundas sobre qué es importante para cada
una de las partes”, sentencia.
La población denuncia limitaciones en la Mesa de
Diálogo que complican su comprensión y participación
“El diálogo tiene que ser permanente, genuino, intercultural,
preventivo; antes de la presencia de los proyectos extractivos. Cuando se suele
hablar de diálogo es cuando los escenarios sociales han entrado en conflicto y
ya están en situaciones de crisis”, sostiene Javier Caravedo, director de
ProDiálogo. Mientras Luis Alvarado, comisionado para la prevención de
conflictos sociales de la Defensoría del Pueblo, coincide en que hay una
actitud reactiva frente a los conflictos.
La población denuncia que en la Mesa de Diálogo no existe un traductor
oficial de quechua, se quejan también de las dificultades que tienen para
participar en este espacio, pues deben costearse su pasaje y alimentación. “La
provincia de Cotabambas es quechuablante en su 90%, tenemos dificultades para
entender. Tenemos que vender una oveja o un cuy para poder pagarnos el pasaje y
la alimentación. Perdemos un día de trabajo. No podemos participar en óptimas
condiciones”, cuenta Víctor Lime, de la comunidad de Asacasi. El propio jefe de
la ONDS, José Ávila reconoció que es “altamente recomendable que siempre haya
una persona quechuahablante” e instó a que se asuma esta propuesta.
En relación al eje ambiental, la población en la Mesa de Diálogo
solicitó la opinión técnica de un tercero sobre las modificaciones ambientales-
un procedimiento que se ha realizado en Cajamarca y en Tía María (Arequipa)-
sin embargo, el Estado no accedió. “En esas reuniones se ha explicado que
tenemos que confiar en las instituciones del Estado. Para ello, necesitamos que
los monitoreos y las acciones de vigilancia sean compartidas”, explica Carlos
Francisco Eyzaguirre, jefe de la Oficina de Asesoramiento en Asuntos
Socio-ambientales del Ministerio del Ambiente.
El desborde de la presa
de clarificación tan solo dos meses después de iniciar
sus operaciones suscitó preocupación entre
la población
Un acontecimiento que suscitó preocupación en la población es el
desborde de la presa de clarificación de la minera a solo dos meses de iniciar
sus operaciones (febrero de este año), los pobladores denunciaron de manera
electrónica ante el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA)
-quien toma conocimiento de ello el 27 de febrero-. Consultada a esta entidad,
informó que los días 22 y 23 de abril realizó la supervisión, es decir dos
meses después, cuando es probable que la contaminación producida se haya
diluido. La supervisión del OEFA consistió en la recolección de
muestras de agua en la descarga de la poza de sedimentación, y determinó que no
se superaron los estándares para la descarga de efluentes líquidos de
actividades minero-metalúrgicas.
Por su parte, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y
Minería (Osinergmin) afirma que el incidente “ocurrió en una estructura que se
emplea en el manejo del agua, que permite el almacenamiento de aguas tratadas
(no relaves); dicha estructura se encuentra en el mismo cauce del río. La presa
de clarificación no está relacionada con la operación metalúrgica”, por
esta razón sostiene que la labor de supervisión le corresponde a la Autoridad
Nacional del Agua (ANA). Seis meses después Cotabambas todavía no conoce las
razones de por qué colapsó este componente minero. La ANA no dio respuesta ante
el pedido de entrevista.
Paulina Garzón, directora para la Iniciativa de Inversiones Sustentables
China-América Latina de la American University, recuerda que los bancos y las
empresas del gigante asiático han adoptado elevadas regulaciones ambientales y
sociales para los préstamos e inversiones en el exterior-aunque no son obligatorias,
su cumplimiento mejora la calificación de la empresa para obtener
beneficios-.“Uno de los requisitos es que existan seguros ambientales. Un
proyecto que tiene un gran impacto ambiental y que tiene que remediarlo es un
costo muy grande para una empresa, y ésta es la razón por la que los bancos
requieren que lo tengan”.
La minera MMG sostiene que ha adoptado medidas para mitigar la
polvareda. Sin embargo, es visible nube de moléculas terrosas generada por el
tráfico de camiones.
La pavimentación de la carretera es otra de las demandas de la
población. MMG afirma que “viene utilizando carreteras de uso público ya
existentes” y colabora en su mantenimiento. Señala que “Las Bambas ha realizado
un estudio específico de tráfico y de calidad de aire y ruido para el
transporte de concentrado”, el cual forma parte de la modificatoria del EIA.
Añade que se han implementado diez puntos de monitoreo de calidad de aire.
Finalmente, alega que realizan un regadío de las vías, previamente al paso de
los camiones, “logrando reducir drásticamente cualquier tipo de polución”. Pese
a estas aclaraciones, al visitar las zonas, y al recorrer las carreteras sin
pavimentar se puede constatar la nube de polvo y el intenso ruido que generan,
lo que provoca congestión en la garganta y nariz.
Además, la población teme que los camiones cargados con el concentrado
de cobre vuelquen, como ha sucedido en varias ocasiones en el tramo de
carretera que pasa por Espinar, con los peligros de salud que puede significar,
como ya han advertido investigadores del Instituto de Defensa Legal. El
jefe de la ONDS afirmó que el Ministerio de Transporte y Comunicaciones tiene
un compromiso para pavimentar la carretera para el 2017-2018, “es un compromiso
del Estado”.
“La población teme que
los camiones cargados con el concentrado de
cobre vuelquen como ya ha sucedido en Espinar”
“El Ministerio de Transporte, en coordinación con las empresas del
corredor, deben hacer un pronunciamiento claro y una ejecución inmediata
de esta integración vial. Lo que aparece ahora como un problema, puede
convertirse en una posibilidad de desarrollo”, afirma José Luis López,
coordinador del Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo. El especialista
afirma que hay un ofrecimiento de la empresa para pavimentar la carretera Santo
Tomás- Chalhuahuacho que “tiene que complementarse con fondos del
Ministerio de Transporte”. El otro tramo debe ser una oferta que también lidere
este Ministerio en asociación público-privada con el aporte de las otras
empresas de la zona”.
La falta de pavimentación y de mantenimiento en las carreteras de Cotabambas
provoca deslizamientos de tierra y accidentes.
Bajo esta vía se esconde un conflicto latente, según Hamilton
Auccapure, coordinador de la Red Muqui Sur, la minera ha
realizado contratos de servidumbre con las comunidades (sólo en
Cotabambas, según cálculos del especialista habría unos 200 propietarios) para
que alquilen su terreno por tres o más años, y algunos de ellos ya han vencido.
MMG no brindó información sobre los contratos al considerar que son de “índole
privado entre las partes”.
Desarrollo desigual
Cuando gigantes mineros ingresan a poblaciones alejadas con poca o nula
presencia del Estado, la realidad social que hasta entonces conocían se
trastoca. Chalhuahuacho es un distrito que ejemplifica el crecimiento
desordenado. En 10 años ha pasado de tener una población de 2 mil habitantes a
16 mil como consecuencia de la primera etapa de construcción minera que demandó
el empleo de hasta 18 mil personas-ahora se redujo a 4 mil- que vinieron
de otras localidades y regiones. Los servicios básicos se han colapsado y
el río está contaminado por las aguas servidas y residuos sólidos. El costo de
vida se ha incrementado considerablemente en toda Cotabambas. “Cuando llega una
inversión de este tamaño, como lo fue Yanacocha en su momento, Antamina o Cerro
Verde, normalmente se dan en zonas rurales donde los mercados no están muy
desarrollados; como hay una suerte de migración, las familias requieren ropa,
alimentos y otros productos que, como no hay en cantidades suficientes,
empiezan a subir”, explica Gustavo Ávila, economista de Propuesta Ciudadana.
“Se estima que
las Bambas no pagará canon hasta
el 2021”
Por ello, en la Mesa de Diálogo la población ha pedido que se promueva
un desarrollo sostenible con la ayuda del Centro Nacional de Planeamiento
Estratégico (CEPLAN). De momento, el gobierno local ha solicitado un adelanto
de canon al Ministerio de Economía y Finanzas por 47 millones de soles en 2013
y 139 millones durante el 2014 con una tasa de interés del 5,5%. Hay que tener
en cuenta que el proyecto Las Bambas se estima que no pagará el impuesto a la
renta, y por tanto, canon hasta el año 2021 por un monto que rondaría los 300 o
400 millones de soles, según calcula Ávila.
“La población casi en nada se está beneficiado en cuanto al empleo
por la minería. Ojalá que se impartan carreras técnicas para mejorar la
educación”, comenta Florentino Puma, de la comunidad de Tambulla. “Las postas
de salud en Mara son deficitarias, muchas personas han muerto en el camino
trasladándose hasta Cusco”, comenta Felipe Mamani. “Nosotros como agricultores
y ganaderos queremos que el Estado se preocupe en hacer irrigaciones, más
sembríos para poder exportar”, añade.
La propuesta de PPK de constituir un Sistema Nacional de Prevención de
Conflictos Sociales y de fortalecer la Oficina Nacional de Diálogo y
Sostenibilidad (ONDS) es reconocida por los expertos como una medida necesaria
para mejorar la prevención de los conflictos sociales. “Las Mesas de
Desarrollo deben pensarse en términos de desarrollo territorial donde el
proyecto extractivo sea un componente pero no el que marque la pauta. Es
necesario mejorar la gobernanza ambiental”, recomienda el director de
ProDiálogo. Luis Oré recomienda que el tema del corredor minero debe ser
abordado de manera inteligente y constructiva por parte del Estado y del sector
privado.
“El gobierno debe tomar con mucho cuidado y seriedad el desarrollo de
las Mesas que están en pleno proceso de diálogo. Hay que garantizar el
desarrollo social de las comunidades que están en torno a los proyectos”,
sostiene José Ávila.
Los tiempos sociales y económicos parecen no sincronizarse. Experiencias
como la Mesa de Diálogo en Espinar muestran que la dificultad no sólo reside en
alcanzar acuerdos, sino en que se cumplan en plazos prudenciales.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio