lunes, 23 de enero de 2012


sierra exportadora
PARA VENTA DE FIBRA A EXCLUSIVOS CONFECCIONISTAS DE EUROPA

Abrirán mercado europeo
 a comunidades campesinas
Sierra Exportadora elaborará Plan de Trabajo Anual para que reciban asistencia técnica.
Sierra Exportadora anunció que pondrá en contacto a la Asociación Nacional de Conservacionistas de la Vicuña y del Guanaco del Perú, integrada por 300 comunidades andinas de Apurímac, Ayacucho, Cusco y Arequipa, con firmas exclusivas de prendas de vestir de Europa como Ermenegildo Zegna y Lanificio Plascencia de Italia.
Con ese objetivo, Sierra Exportadora suscribió un convenio de cooperación con la Asociación Nacional de Conservacionistas de la Vicuña y del Guanaco del Perú a fin de que mejoren el manejo del recurso, se articulen adecuadamente con la demanda y reciban el beneficio correspondiente.
El presidente ejecutivo de Sierra Exportadora, Alfonso Velásquez Tuesta, informó a los comuneros que esta entidad ha logrado interesar a la empresa de ropa exclusiva para hombres Ermenegildo Zegna y a Lanificio Plascencia para que establezcan los términos de una provechosa y directa relación comercial con los productores de fibra de vicuña.

Representantes de Lanificio Plascencia visitarán en febrero el país conjuntamente con los delegados de un grupo textil de Piamonte, también interesado en la exclusiva fibra peruana.
En virtud del convenio, Sierra Exportadora elaborará un plan de trabajo anual y mancomunado para que los comuneros reciban asistencia técnica en el fortalecimiento de la asociatividad, el manejo de las tropillas silvestres, su captura, la esquila y la articulación de las comunidades con los confeccionistas de centros internacionales de la moda de alto consumo.
Las comunidades que producen fibra de vicuña incluyen a unos 60 mil comuneros de las zonas altas de las regiones de Apurímac, Ayacucho, Arequipa y Cusco en las cuales habitan tropillas silvestres de vicuñas y guanacos.
Su recurso más valioso es la fibra de vicuña, una de las más finas del mundo con la que se confeccionan prendas de vestir caras y exclusivas.
DATOS
Actualmente, el kilo de fibra de vicuña cuesta entre 300 y 350 dólares con tendencia a llegar a 400 dólares en los próximos meses.

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Afirma Conveagro 
14:45   Formalización de propiedad de pequeños agricultores es clave para competitividad del país 
  
Lima, ene. 19 (ANDINA). La Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro) afirmó hoy que la formalización de la propiedad, sobre todo de pequeños agricultores y la implementación de autogravámenes o instrumentos parafiscales, son dos herramientas claves para la competitividad del país.
Explicó que los autogravámenes o instrumentos parafiscales se aplican en Colombia y otros países para fortalecer capacidades y competencias de los productores, sobre todo a través de sus organizaciones.
Por ello, la presidenta de Conveagro, Lucila Quintana, afirmó que los gremios asociados a esta organización insistirán en que ambas propuestas formen parte de los planes de trabajo del Ministerio de Agricultura (Minag).
Manifestó que espera que la política agraria del Minag para los próximos cuatro años, anunciada por el titular del sector, Luis Ginocchio, se haga realidad y se implemente de la mano de las organizaciones y gremios agrarios.
“El énfasis puesto por el ministro en dar prioridad en la atención a los pequeños, medianos agricultores y comunidades campesinas con enfoques de gestión, competitividad, inclusión y sostenibilidad, hace ver que en este gobierno el agro marginado de las políticas tendrá su gran oportunidad”, señaló.
Sostuvo que uno de los temas sustanciales en el agro es la necesidad de fortalecer a las organizaciones sobre la base de mecanismos que les permitan acompañar el proceso de cambios manifiesto en la actual gestión y hacer sostenible la actividad.
“Otro tema que debemos apoyar es el fortalecimiento del Banco Agropecuario (Agrobanco), dotándolo de recursos y capacidad que le permita llegar con tasas promocionales a los pequeños y medianos productores que este gobierno ha priorizado. Este es un antiguo reclamo desde la creación de la entidad financiera”, indicó.
Destacó el compromiso de promoción de la asociatividad de los productores para que tengan condiciones de afrontar con éxito los retos del mercado y la competitividad empresarial.
Ello mediante el plan de rebajar los costos de producción en el campo a través de la importación directa de insumos como fertilizantes, pesticidas y equipos menores, herramientas que serán claves para disminuir la pobreza rural, enfatizó Quintana.
Indicó que Conveagro ha advertido que la concentración de tierras en pocas manos es peligrosa para la seguridad alimentaria porque genera posición de dominio en el mercado, afectando criterios de equidad, situación que puede evitarse democratizando la propiedad.
En ese sentido, opinó que el Minag debe acercarse al productor y acompañarlo en su camino hacia el desarrollo y sostenibilidad, y para eso los gremios tienen total disposición.
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Opinión
JUEVES, 19 DE ENERO DE 2012 09:52
Racismo en Estados Unidos y la ideología de la inferioridad de América Latina
Escribe: César Vásquez Bazán
La piel oscura como determinante de la inferioridad de personas y pueblos.


Tres países centroamericanos son representados como criaturas de raza negra. El Salvador, Guatemala y Honduras son mantenidos en paz por el “Tío Sam” en esta caricatura aparecida en el “Seattle Post-Intelligencer” en 1906.
   A lo largo de los últimos dos siglos, la variable principal que influyó en la percepción estadounidense de la inferioridad de América Latina fue la composición racial de la región.


   En particular, resultó evidente para la clase gobernante de Estados Unidos que América Latina estaba conformada por una adición heterogénea de españoles, indios, negros y mestizos. Al examinar la citada estructura poblacional utilizando el paradigma religioso y racial anglosajón, América Latina fue percibida como “una mala mezcla de españoles, indios y negros, cuya combinación incluye pocas de sus virtudes y la mayoría de los vicios de todos ellos” (United States Magazine and Democratic Review 1968, 37).
   Esta imagen de pandemónium racial se formó desde inicios del siglo XIX. En 1813, Thomas Jefferson escribió a Alexander von Humboldt que “la vecindad de Nueva España [México] con los Estados Unidos, y sus consiguientes relaciones, proporcionará escuelas para las clases más altas, y ejemplo para las clases más bajas de sus ciudadanos. Y México, donde nos enteramos por conducto suyo que no faltan hombres de ciencia, podrá revolucionarse a sí mismo bajo mejores auspicios que las provincias [de América] del sur. Me temo que éstas últimas terminarán en despotismo militar. Las diferentes castas de sus habitantes, sus odios y recelos mutuos, su profunda ignorancia y fanatismo, serán utilizados por líderes astutos, y cada una de ellas se convertirá en instrumento para esclavizar a las otras” (Jefferson 1990, 141).
   En el siglo XX, movimientos políticos como el Partido Nazi de los Estados Unidos (1995, 126) afirmaron que los latinoamericanos[1] –a quienes llamaron “spics”– eran “subhumanos, improductivos e incapaces de ser educados”, de la misma manera que lo eran los afroamericanos –peyorativamente llamados “niggers”– y “otros grupos raciales de los bajos fondos”.  
El componente racial blanco de América Latina
   Siguiendo la jerarquización racial angloamericana, la población blanca de origen español fue entendida como el componente étnico más elevado de América Latina. La afirmación no fue muy alentadora, si se tiene en cuenta que desde siglos atrás los estadounidenses no guardaban gran estima por España. Como los Young American Democrats señalaron a mediados del siglo XIX, “nunca hemos oído que los españoles sepan cómo ser libres. Nunca mostraron ese conocimiento en la propia España; nunca lo demostraron cuando fueron trasplantados al extranjero” (United States Magazine and Democratic Review 1968, 36).
   Pensadores estadounidenses como Beveridge (1968, 338-341), consideraron que los españoles no estaban en condiciones de enseñar autogobierno a ninguna nación por haber cumplido el rol de opresores en los países latinoamericanos. El Nuevo Pueblo Elegido de Dios no gustaba de los “métodos españoles” ni del “carácter y costumbres hispanos”. Desconfiaba del gobierno “débil, corrupto, cruel y caprichoso de España” y de la educación y ejemplo hispanos.
   En el siglo XX, movimientos políticos como el Partido Nazi Americano (1995, 126) añadieron que al profesar los españoles el catolicismo romano, su vida estaba regida por el oscurantismo religioso, el fanatismo y por tendencias políticas opuestas a la forma republicana de gobierno. Siendo de ascendencia hispana, los latinoamericanos estaban predispuestos a ser individuos inferiores, acostumbrados a la pereza, la corrupción y a las desastrosas prácticas políticas.
El componente americano nativo en América Latina
  América Latina fue vista como una región poblada por indígenas bárbaros, ignorantes, irresponsables y supersticiosos, reacios a participar en actividades manuales y propensos al abuso del alcohol, es decir, básicamente de la misma manera en que los americanos nativos fueron considerados en los Estados Unidos.[2]
  A causa de su ascendencia indígena, naciones latinoamericanas como México fueron consideradas “imbéciles y distraídas” (O’Sullivan, 1968b, 291). En 1848, el senador John Calhoun expresó su oposición a la conquista de México explicando que Estados Unidos, en tanto país de raza caucásica, no debería anexar naciones mayormente habitadas por “indígenas puros cuya inteligencia y elevación de carácter no iguala a la de los Cherokees, Choctaws, o cualquiera de nuestras tribus indígenas del sur… Incorporar a México sería la primera desviación de este tipo, si se tiene en cuenta que más de la mitad de su población está conformada por indígenas puros” (Calhoun 1857, 410, 416). El ex vicepresidente y ex secretario de Estado de Estados Unidos señaló que la influencia indígena en el gobierno mexicano había tenido consecuencias calamitosas, y que conduciría probablemente a la conformación de “un gobierno despótico, como el de Haití… La tendencia será al deterioro, hasta llegar al mismo fondo y terminar en un estado de salvajismo” (Calhoun 1857, 473).
  Las mismas creencias informaron la comprensión de inferioridad latinoamericana expuesta por Albert Gallatin: “Se dice que el pueblo de Estados Unidos tiene una superioridad hereditaria de raza sobre los mexicanos, lo que le da el derecho a someter y mantener en la esclavitud a la nación inferior. Esto, también se afirma, será el medio de ilustrar a los degradados mexicanos, de mejorar su condición social, y en última instancia, de aumentar la felicidad de las masas… Sin embargo, a pesar de admitir la superioridad de la raza con respecto a México, ésta no confiere superioridad en materia de derechos… Sin importar cuán superior sea la raza angloamericana con respecto a la de México, esto no autoriza a los estadounidenses a violar los derechos de la raza inferior” (Gallatin 1968, 371-372).
  La noción de inferioridad también se hizo evidente en un artículo de Roland Usher escrito en 1914 en la North American Review: “México no es una nación, en absoluto, en el cabal sentido de la palabra, sino una colección, precariamente organizada, de tribus indígenas, más o menos desarrolladas y más o menos independientes. El censo clasifica como de raza blanca a alrededor del diecinueve por ciento de la población, aunque es notorio que son pocos los mexicanos de nacimiento que no tienen sangre india en alguna medida. Ninguno de estos indígenas mexicanos puede compararse con las naciones Creek o Cherokee de Oklahoma. De hecho, México no es una nación, sino un país poblado por una multiplicidad de tribus indígenas en diferentes grados de desarrollo, ninguna de las cuales llega a alcanzar el nivel de lo que nosotros llamamos civilización, y que han sido gobernados durante siglos por una reducida minoría de hombres blancos que no superan el cinco por ciento de la población” (Usher 1928, 78-79).
  La idea que América Latina era inferior debido a su herencia indígena se complementó con la defensa de estereotipos climáticos y carencia de disposición de la población para el trabajo[3], como la formulada por George McLean, senador por Connecticut (1911-1929): “Simpatizo con los habitantes de México y América Central. En la mayor parte, sus problemas son de origen antropológico y meteorológico y por lo tanto no pueden superarse con facilidad. En todo el mundo, el clima es el mayor responsable de las variaciones en el color y en la conducta de hombres y mujeres… La gente dispone de demasiado tiempo libre en situaciones en que los alimentos pueden obtenerse simplemente recolectándolos y la ropa sólo es necesaria con fines ornamentales. La nación o raza que es demasiado ociosa para trabajar, demasiado débil para poder mantener la paz, demasiado ignorante para enseñarse a sí misma, y ​​demasiado orgullosa para aprender de los demás, no encontrará ningún hábitat permanente donde la temperatura esté por debajo del punto de combustión” (McLean 1970, 50-51, 56).
“Un poco más de esfuerzo, señor” reza la leyenda de esta ilustración en la que América Latina es representada como una región ociosa que duerme la siesta y espera vivir de la ayuda estadounidense y de la política del “Buen Vecino”. La caricatura pertenece a Hugh Hutton y fue publicada en el “Philadelphia Inquirer” en 1961.

La población de origen africano en América Latina
  El público angloamericano consideró que el tercer componente étnico de las sociedades latinoamericanas es la población de origen africano a la que aplicó el mismo prejuicio racial observado en Estados Unidos.
  Es sabido que la persistencia de la esclavitud constituyó una seria contradicción en un país que, por un lado, proclamó como evidente el principio que todos los hombres son creados iguales, y por el otro, sentenció a través de su Corte Suprema, en 1856, que la Constitución no pretendía que los seres humanos de piel oscura fueran considerados ciudadanos. Con el transcurrir del tiempo, importantes dirigentes políticos, periodistas y activistas denunciaron esta falta de coherencia y abogaron por la emancipación de los afroamericanos. Para estos pensadores, sin embargo, la libertad de los esclavos no significaba que las personas de raza negra deberían ser considerados iguales a los blancos ni que pudieran compartir el mismo suelo con los Hijos de Dios.
  Tratando de resolver el problema, apoyaron la idea de la emancipación de los esclavos, pero la asociaron a la deportación progresiva de Estados Unidos de las personas de piel oscura. En este sentido, Jefferson señaló que “ciertamente nada está más escrito en el libro del destino, que esta gente [los esclavos negros] han de ser libres, ni es menos cierto que las dos razas, igualmente libres, no pueden vivir bajo el mismo gobierno… Todavía está en nuestro poder dirigir el proceso de emancipación y deportación, de manera pacífica y en grado tan lento, que el mal desaparecerá imperceptiblemente y sus funciones en la sociedad serán, pari passu, cumplidas por trabajadores blancos libres” (Jefferson 1829a, 39-40).
  Cabe destacar que Jefferson siempre consideró a América del Sur como una región a la que podría enviarse a los afroamericanos deportados de Estados Unidos. El objetivo sería facilitado por el hecho que las sociedades latinoamericanas no estaban afectadas por prejuicios contra la presencia negra. En 1778 sugirió que “los esclavos culpables de cualquier delito –sea éste homicidio, robo, allanamiento de morada, contrabando, incendio provocado– crímenes castigados en los casos de otros individuos con penas de trabajos forzados en obras públicas, deberían ser transferidos a países de las Indias Occidentales [Caribe], América del Sur o África, que el Gobernador disponga, para continuar en su condición de esclavos” (Jefferson 1829a, 133).
  En 1801 Jefferson confirmó que América Latina constituía uno de sus destinos preferidos para la deportación de las personas de raza negra: “Las Indias Occidentales [Caribe] ofrecen el entorno más probable y factible para ellos. Habitadas por un pueblo de su propia raza y color, con climas adecuados a su constitución natural, aislados de otras razas, la naturaleza parece haber creado estas islas para que se conviertan en el receptáculo de los negros trasplantados a este hemisferio” (Jefferson 1968, 149).
                La recomendación de usar a los países latinoamericanos como destinos de expatriación para los afroamericanos se mantuvo como propuesta política durante el siglo XIX. O’Sullivan lo sugirió en 1845: “Las poblaciones hispano-indo-americanas de México, América Central y América del Sur, proporcionan el único receptáculo capaz de absorber a esta raza [negra] en el momento en que estemos preparados para desprendernos de ella –para emanciparlos de la esclavitud– y, necesariamente, al mismo tiempo, para alejarlos de en medio de nosotros. Siendo estos pueblos de sangre mezclada y confusa y encontrándose exentos de los «prejuicios» que, entre nosotros, de manera tan insuperable, prohíben la amalgama social que pueda extraer a la raza negra de la degradación casi servil en que se encuentra, si bien legalmente libres, las regiones ocupadas por esas poblaciones deben atraer decisivamente a la raza negra” (O'Sullivan, 1968b, 290-291). Por su parte, el futuro presidente Andrew Johnson sugirió en 1847 la anexión de México con el fin de utilizar este país como destino de deportación de los negros que “transitarán de la esclavitud a la libertad cuando se fusionen en una población adecuada a ellos mismos, que saben y sienten que no existen diferencias, como consecuencia de los diversos matices de color de piel y cruces de sangre” (Sinkler 1971, 83).
  En 1862, el presidente Lincoln propuso la emancipación gradual y compensada de los esclavos negros seguida de su deportación. Los destinos de deportación serían los países latinoamericanos. Lincoln afirmó: “Yo no hablo de la emancipación inmediata [de los negros], sino de una decisión inmediata para emanciparlos gradualmente. Los lugares de colonización en América del Sur son baratos y existen en abundancia” (Lincoln 1971, 160). El mismo año, en su mensaje anual al Congreso, Lincoln propuso a Haití como el país “al que los colonos de ascendencia africana pueden ir con la certeza de ser recibidos y adoptados como ciudadanos” (Lincoln 1971, 161).
  Para Jefferson, O’Sullivan, Johnson y Lincoln, los negros en los Estados Unidos podían ser libres pero no eran iguales a los blancos del Nuevo Pueblo Elegido. Además, los afroamericanos no podían coexistir con la raza blanca superior. Deberían ser deportados a países en los que pudieran vivir entre iguales. América Latina era la mejor alternativa. Desde el punto de vista angloamericano, nuestra región reafirmaría su condición de ser habitada por razas inferiores: siendo un subcontinente poblado por una mayoría indígena inferior, debería recibir a los deportados negros de Estados Unidos, quienes de esta manera convivirían con sus similares raciales. En países como Haití, los negros podrían vivir en un ambiente propicio de atraso e ignorancia. Como Frederic Penfield escribió en la North American Review, en 1904, las “repúblicas negras [Haití y Santo Domingo]” –es decir, los destinos preferidos de deportación– representan “la civilización más inferior de nuestro hemisferio” (Penfield 1928, 73).
La población mestiza de América Latina
  Sin embargo, el hecho que más afectó a la opinión pública anglosajona fue la impureza étnica de los mestizos de América Latina, el cuarto componente de su mosaico racial.[4]
  Como ya se ha mencionado, el rechazo al mestizaje racial constituyó un aspecto relevante de las creencias religiosas del Nuevo Pueblo Elegido. Los Hijos de Dios no estuvieron de acuerdo con la mezcla de razas observada en América Latina en escala nunca antes vista. De la fusión de las tres razas originales “puras” (indios, españoles y negros), América Latina derivó diferentes tipos de mestizos “degenerados”, de piel oscura, resultado de uniones interraciales entre blancos e indios (mestizos) y blancos y negros (mulatos). Se creía que los descendientes “semicivilizados de españoles e indios”, como fueron calificados por el educador Horace Mann (1968, 8) eran ignorantes, orgullosos, perezosos, mentirosos y llenos de prejuicios, en particular contra el trabajo manual.[5]
  Precisamente, la existencia de la población mestiza fue uno de los principales puntos señalado por Calhoun para oponerse a la conquista de México y preservar a Estados Unidos como un país blanco: “¿Vamos a asociarnos como iguales, compañeros y conciudadanos con los indios y mestizos de México? Consideraría tal asociación como degradante para nosotros y fatal para nuestras instituciones… Protesto contra la incorporación de esas gentes. El nuestro es el gobierno del hombre blanco”. En su opinión, “la gran desgracia de lo que fue la América española, se remonta al error fatal de colocar a las razas de color en un plano de igualdad con los blancos. Este error destruyó la organización social que constituyó la base de la sociedad” (Calhoun 1857, 410-411).
  Un siglo después, en 1956, el naturalista y autor Herbert Sass utilizó argumentos similares para explicar el atraso de América Latina: “Salvo… Argentina y Uruguay, ningún otro de los aproximadamente veinticinco países de este hemisferio ha mantenido sus razas puras. En su lugar –aunque cada uno de ellos es habitado por algunos individuos de sangre pura– todos estos países son producto del mestizaje de razas –indígenas con blancos o indígenas con negros. En general, las naciones blancas de sangre pura han superado a las más numerosas naciones de América mestiza en la mayoría de los logros que constituyen progreso, tal como éste se define comúnmente” (Sass 1968, 373-374).
Notas
[1] En Estados Unidos, la palabra spic es un término altamente ofensivo utilizado para denominar a las personas de habla española o de origen hispano. La palabra greaser (engrasador) es similarmente peyorativa y se aplica a los mexicanos o latinoamericanos en general.
[2] Como consecuencia de la vigencia de la denominada “Leyenda negra sobre España”, la opinión pública de Estados Unidos profesa cierto tipo de compasión por los indígenas de América Latina, conmiseración que muchas de las mismas personas no sienten por el indígena nativo de Norteamérica. Este sentimiento es el resultado de entender que los indígenas de América Latina fueron oprimidos por españoles y criollos, fueron adoctrinados de manera forzada en el catolicismo y por su carácter pacífico, característica en la que supuestamente difieren de los indígenas norteamericanos. Esta compasión asimétrica no alteró la calificación de inferioridad que en materia de civilización se atribuye a los países latinoamericanos con masivas poblaciones indígenas.
[3] La supuesta ociosidad de los habitantes de México no constituye estereotipo exclusivo angloamericano. En un artículo escrito para la Neue Rheinische Zeitung, el 15 de febrero de 1849, Federico Engels calificó a los mexicanos como ociosos (Engels 1975, 365-366). Previamente, en una carta a Engels, el 2 de diciembre de 1847, Karl Marx había sido más contundente: “De hecho, los españoles son degenerados. Sin embargo, un español degenerado, un mexicano, ése es el ideal. Todos los vicios de los españoles –jactancia, grandilocuencia y quijotismo– se encuentran en los mexicanos, pero elevados a la tercera potencia. Peor aún, éstos últimos carecen de la sustancia que los españoles poseen” (Marx 1968, 67).
[4] A comienzos del siglo XX, el diplomático y escritor peruano Francisco García Calderón detectó esta creencia: “Los ciudadanos de Estados Unidos demuestran escepticismo en relación a la aptitud de las poblaciones mestizas de América Latina para gobernarse a sí mismas sin caer en el desorden... El pueblo de Estados Unidos odia a los mestizos y a los matrimonios impuros de blancos y negros que tuvieron lugar en los hogares [de América] del Sur. Ninguna manifestación de panamericanismo es suficiente para destruir el prejuicio racial tal como existe al norte de México. Los mestizos y sus descendientes gobiernan las democracias iberoamericanas, y la República de origen inglés y alemán siente por las poblaciones de las zonas tropicales el mismo desprecio que profesa por los esclavos de Virginia que Lincoln liberó” (García Calderón 1970, 39-41).
[5] La descripción recuerda tópicos tratados por Spencer en sus Principios de Sociología: “En los altamente improbables casos en que conquistadores y conquistados consumen extensivamente matrimonios interraciales, un efecto afín se produce de otra manera. Las tendencias conflictivas hacia diferentes tipos sociales, en vez de existir en individuos separados, conviven ahora al interior del mismo individuo. El mestizo, heredero por una de sus líneas de ascendencia de proclividades adaptadas a un conjunto de instituciones y, por la otra, de proclividades adaptadas a otro conjunto de instituciones, no resulta apto para ninguna de ellas. El individuo es una unidad cuya naturaleza no ha sido moldeada por un tipo social específico. México moderno y las repúblicas de América del Sur, con sus revoluciones perpetuas, nos muestran los resultados” (Spencer 1972, 163).

domingo, 15 de enero de 2012

500 mil nuevos trabajadores serán incorporados este año a EsSalud; entre ellos las Comunidades Campesinas


  
Lima, ene. 14 (ANDINA). El presidente de EsSalud, Álvaro Vidal, proyectó hoy que unos 500 mil trabajadores informales e independientes serán incorporados este año al Seguro Social, bajo la perspectiva que apunta a extender la cobertura de salud a toda la población peruana.

Ministro de Trabajo, José Villena; y presidente de EsSalud Álvaro Vidal inauguran Almacen Central de Medicamentos en el Callao. Foto:ANDINA/Hector Vinces.

Detalló que la entidad a su cargo mantiene contacto, mediante una mesa técnica, con los trabajadores independientes e informales de diversos rubros; así como con lo canillitas y autoempleados que desean afiliar a sus familias a la seguridad social.
“Recibimos ayer un documento de la Gerencia de Aseguramiento de EsSalud, donde se indica que es posible sumar a 500 mil trabajadores al seguro este año”, comentó el funcionario, al estimar que 9.5 millones de peruanos estarán incorporados a dicho sistema al final del 2012.
Quienes se afilien a este nuevo seguro tendrán acceso a la red hospitalaria más completa y moderna del país, e incluso podrán atenderse en la red privada de clínicas privadas con la garantía de EsSalud.
La cobertura de estos trabajadores independientes llegará al 80% de las enfermedades y brindará consultas, atención dental, cirugía y hospitalización, embarazo, parto y cesárea, laboratorio, tomografía, resonancia magnética, rayos X, rehabilitación y medicinas.
También habrá cobertura para el tratamiento de tumores de mama, cuello uterino y próstata, enfermedades de transmisión sexual, enfermedades psiquiatritas, diabetes, hipertensión arterial, glaucoma, entre otros.
Vidal dijo, en declaraciones a la prensa, que también existen formas creativas para incorporar a trabajadores del sector independiente, como la afiliación colectiva en las Comunidades Campesinas.
En ese sentido, señaló que viajará en las próximas horas a La Merced, en Chanchamayo, Junín, para firmar un convenio con la Coordinadora de Comercio Justo que permitirá incorporar a EsSalud a Campesinos cafetaleros y bananeros de la selva central.
“Son agricultores que cultivan productos para la exportación, pero nunca han tenido seguro. Nosotros firmamos mañana (Hoy) el convenio a las 10.00 de la mañana”, añadió el funcionario.

lunes, 9 de enero de 2012

COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS DEL PERU NECESITAN URGENTE DE ASESORES PERENNES PAGADOS POR LAS REGIONALES O GOBIERNOS LOCALES

Por Estanislao Gutiérrez Aburto

El año fenecido, 2011, fue para las Comunidades Campesinas de la Costa, la sierra y las Nativas, al margen de las nuevas autoridades gubernamentales, la continuidad legal de los denuncios mineros y de hidrocarburos; igual, de grandes obras trasnacionales.

Lamentamos seriamente la incomunicación que tienen la Comunidades Campesinas y Nativas de no tenerlas por enterado de estos denuncios. Esta marginación de parte de las autoridades gubernamentales nace de la despreocupación de no contar con áreas u oficinas dedicadas al apoyo a este sector de la población.
Las autoridades o Gobiernos Locales Rurales, tienen la obligación, como componente que es las Comunidades Campesinas de ser parte una población electoral mayoritaria, poner interés y una dedicación de estudios soco-económico orientado a salvar esta población que han quedado estático en el tiempo, desligado total y absoluto de los avances contemporáneo de un mundo netamente globalizado; quienes pueden fácilmente ser arrasado por la competencia del marketing. Esta población, quienes en la urna han dejado sus esperanzas de renovación y cambio sustancial de su monótona vida cotidiana y que no da ánimo a seguir soportando este abandono, no hay quien verdaderamente los entienda.
Por lo dicho; ¿no es acaso que, el Gobierno Regional, Provincial o distrital, contemple dentro del esquema organizacional incluir un área que se dedique exclusivamente a las problemáticas Comunales, como, una  Dirección de Desarrollo Comunal, o algo parecido?

Ya es tiempo en que las Autoridades Gubernamentales entiendan que, los votantes en la sierra y en la selva son netamente Comunidades Campesinas y Nativas, sin descuidar las Comunidades de la Costa.
Esta Dirección, y en estricta coordinación con la Dirección de Desarrollo Comunal Regional, o quien hace a la vez, cuente entre sus profesionales con Antropólogos o Especialista en Comunidades Campesinas y Catastro Rural,  a que se dedique al asesoramiento en todo sus requerimientos legales conforme a la Ley General de Comunidades Campesinas (24656) y de sus Reglamentos (DS Nº 008-91 TR y 004-92-TR)  que norman su Personería Jurídica y Económico,  y, las Ley sobre Deslinde  y Titulación del Territorio de las Comunidades Campesinas (24657), además la Ley 22175, Ley de Comunidades Nativas y Desarrollo Agropecuario de la Regiones de Selva y Ceja de Selva. Para eso, también se puede contar con numerosos Técnicos y profesionales del ex Proyecto Especial de Titulación de Tierra y Catastro Rural - PETT CR, personal de alta calidad en Comunidades Campesinas y Catastro Rural.

Muchas Comunidades Campesinas están aún en ACEFALÍA. Han dejado de inscribir sus Juntas Directivas. No porque no lo desean, sino, porque no pueden acondicionarse a las normas legales de la Ley de Comunidades como también a las normas del Registro Público. Quienes más adelante sitúan a la SUNARP de  “pone muchas trabas”, cuando en verdad se rigen a sus normas y Reglamento de Registros.
También se puede decir que, muchas comunidades Campesinas aún no están Tituladas; de los cuales se aprovechan las Empresas Mineras en las Concesiones otorgadas por el Estado, artículo 7º de la Ley de Tierra 26505 y el Reglamento de la misma. O bien, se aprovechan mientras las comunidades se encuentran en acefalía; quienes, amparándose del artículo 3º, 4º y 5º del DS Nº 015-2003-AG, obtienen las servidumbres y el pago en calidad de consignación.

Muchas veces, Comunidades Campesinas con deseos de realizar convenios con las Empresas, después de muchas deliberaciones, no han tenido mejor forma de argumentar sus reclamos de mejor trato, de pago, etc., por el simple hecho de no contar con un asesoramiento para el efecto. Ocurriendo a veces buenos acuerdos, pero mayormente, un pésimo contrato.

Existen casos, que empresas de buenas intenciones y de buscar buen acuerdo compartidos, invitan a las Comunidades Campesinas a conversar referente al Uso y Usufructo de sus tierras Comunales, aún Comunidades con personería Jurídica no actualizadas. Conversación que prosigue hasta el acuerdo final. Siendo que para estos acuerdos la empresa deja la participación incluso de sus “residentes” de dicha comunidad. La empresa, una vez puesto de acuerdo, se proponen a la formalización de la Persona Jurídica de la Comunidad, sea por vía Judicial o administrativa, poniendo en disposición para la comunidad de un especialista en materia de Comunidades y Catastro a costo de la empresa; quien además, asesorará a la titulación de sus tierras  Comunales ante la entidad Pública un caso no estar titulada.

Pero también hay empresas que poco lo importa tener como vecinos a una Comunidad que le reclame un justo precio de sus tierras y un trato digno. Sólo por hecho que esta comunidad, no está titulada; peor, no tienen a sus  Juntas Directivas inscrita actualmente en los Registros Públicos.
Los Gobiernos Regionales están copados de personas necesitadas de trabajo más no así de personas profesionales que se necesitan para el desarrollo del Gran Plan Regional; deben también contar con personal entendidos o especializados en Comunidades Campesinas y Nativas. Preocúpense de este sector.

Tengan en cuenta que son organizaciones, y no personas naturales; es pues darse cuenta que, momentos habrá que muy organizados, son capaz de dar un rumbo nuevo acorde a sus necesidades. Si han tenido en cuenta que las organizaciones bien hilvanadas pueden tumbar muros, poderes y monarcas; pues entonces, les hago recordar, no está muchos días que la pluma de la historia ha empezado a  escribir dolorosamente bien.


Tengo conocimientos que las Comunidades ya han organizado convenciones  y encuentros que dentro de su agenda estuvo la necesidad de contar con charlas referentes a Titulación de Tierra y a la problemática de la Inscripción de Juntas Directivas. Quien de este último cuestionan al Registro Público de las reiteradas observaciones.

Del modo que las Regionales o Gobiernos Locales estén tomando sus preocupaciones, aún no advierto ninguna preocupación ni pronunciamiento al respecto. ¿Esperan algo más?

Pues creo que, si las necesidades empujan a cometer acciones, buenas o malas, preferiría que las Comunidades Campesinas, el organismo en sí, empiecen primero con solicitar la creación de una Dirección de Desarrollo Comunal, u otra unidad, dedicada al Asesoramiento de Titulación de Tierras (en toda su amplitud), Personería Jurídica (Inscripción de Juntas Directivas),  Formación de Empresas Comunales, y Otras problemáticas internas –externas.
Pues  si tuvieran una pisca de perspicaz  las autoridades, a corto tiempo, de tomar interés, tendrán réditos positivos, confianza para con su partido y personal. Es casi innegable esta necesidad.
Esta Dirección hará un seguimiento continuo de las acciones que conciernen a las comunidades, quien a la vez deberá publicar. Esta publicación contará con eventos de obras hechas en las Comunidades, convenio con Instituciones o Empresas vinculadas a explotación de sus recursos; de igual manera, asesoramiento en la constitución de Empresas o Estatutos Comunales; el número de Comunidades pendientes o en trámites de registro de Personería Jurídica o Comentarios de las Observaciones  a fin que las comunidades tengan el reparo de no cometerlas, el seguimiento de la Titulación de sus tierras Comunales, y otros.

No quisiera sentirme haber gritado en el desierto…¿habrá eco?